La radio en nuestro país cumple su primer siglo de vida, y queremos celebrarlo contándote un poco de su historia en estos 100 años.
La historia de la radiodifusión en Argentina comienza un 27 de agosto de 1920, cuando cuatro jóvenes médicos, aficionados de las comunicaciones, transmiten con un precario equipo la ópera Parsifal de Wagner desde la cúpula del Teatro Coliseo, para un reducido grupo de 50 radioaficionados repartidos por todo Buenos Aires, Ellos eran Luis Romero Carranza, César Guerrico, Miguel Mujica y Enrique Susini, quienes luego se les conocería como "los locos de la azotea" por esta hazaña que marcaría el destino de las comunicaciones en nuestro país.
Pocos se dieron cuenta de la magnitud de este hecho, hasta muchos asombrados e incrédulo de lo que pasaba, lo llamaban brujería o cosas del mas allá como cuenta Carlos Ulanovsky en su libro Días de Radio, para quien esta efectivamente fue la primera transmisión del mundo ya que fue pensada para un público en general y, pese a su carácter experimental, fue realizada con propósitos de continuidad.
Con el correr de los años, la radio en nuestro país poco a poco fue ocupando un lugar importante tanto en la casa de los argentinos como en su corazón. Era el momento de reunión de la familia sentarse al rededor del receptor a escuchar qué es lo que decían del otro lado. Y con esto, también se multiplicaban las radios y los contenidos.
La primera radio, aquella de la década del 20 no era la misma que conocemos hoy, en ese entonces quienes hablaban por la radio comentaban el estado del tiempo, algunos acontecimientos del entorno cercano y leían los diarios completos. En cuanto a lo musical se transmitían pequeños conciertos en vivo y algunos artistas recitaban fragmentos de sus obras. Además, para los inmigrantes, la radio cumplía un papel educativo muy importante ya que a través de ella aprendían la lengua de su nueva tierra.
El contenido que marcó el antes y después de la radio en sus primeros años fue, sin dudas, el radioteatro. El primero antecedente fue en 1929 con el estreno de "La caricia del lobo", para algunos la primera novela radial.
La pasión de los argentinos por la radio comenzaba a sentirse y los radioaficionados hacían saber su favoritismo o su descontento con lo emitido al aire, claro que en ese momento la interacción no era inmediata como lo es ahora. La forma de manejarse era mediante cartas escritas a las emisoras.
Para dar una idea del crecimiento de la radio en Argentina, para comienzos de 1944 en nuestro país había 1 millón doscientos mil receptores de radio funcionando.
La radio ocupaba un lugar de privilegio en los hogares, estaba ubicada estratégicamente en la cocina, sobre una mesa, en una repisa o en un banquito. En las noches de invierno se la llevaba junto a la cama, en el verano se la saca al patio y en las fiestas sale a la vereda a meter sonido en los bailes.
Año a año la radio logra transformarse en un servicio, con mucha música grabada y locutores que conversan al aire y los móviles salen a las calles para brindar la información de una forma inmediata desconocida hasta entonces.
Ya para mediados de los años 80, nacieron las FM y se involucraron más con la música y el entretenimiento. En estas últimas se destaca la participación de los jóvenes que buscaban un lugar donde expresarse.
La radio en nuestro país pasó por muchos cambios y momentos fuertes como golpes militares, guerra, presidentes con sus ideas sobre cómo se debería manejar este medio, pero logró seguir con vida, y ser uno de los medios más queridos por los argentinos.
Por ser nuestra compañía, por siempre estar ahí y por muchas cosas más: ¡Feliz día de la radio argentina!
