¿Es común que cuando pasamos mucho tiempo sin ingerir alimentos, además de querernos comer cualquier cosa que se nos ponga adelante, nuestro humor cambie de manera rotunda y pasemos de ser una linda ovejita al Increíble Hulk? La respuesta es sí. Tener hambre está íntegramente relacionado con nuestro mal humor. La ciencia nos da la explicación del por qué.
El término en ingles se denomina hangry y es un juego de palabras entre hungry (hambre) y angry (furia / enojo) para expresar cómo nos ponemos cuando no comemos por bastante tiempo. Pero tranquilo que la culpa no es tuyo, es de tu cerebro.
¿Qué pasa en nuestro cuerpo para que reaccionemos así? Básicamente toda la comida que ingerimos se convierte en azúcares como la glucosa y el funcionamiento cerebral depende de ella.
Cuando pasas mucho tiempo sin ingerir alimentos, a la glucosa baja y automáticamente comienzás a tener problemas de concentración y justo ahí es cuando empezás a cambiar tu humor… y ¡salvase quien pueda!
Además, cuando el nivel de glucosa es bajo en la sangre tu cuerpo comienza a liberar hormonas como epinefrina (adrenalina) y el cortisol (la misma que se libera como respuesta al estrés). En ese momento comienza el cambio en tu interior y te ponés a la defensiva. Por lo tanto, aparece el mal humor, la irritabilidad y la falta de empatía con las personas que tenemos a nuestro alrededor.
De esta manera podremos entender ese cambio drástico de humor los primeros días de un régimen alimenticio con menos calorías y azúcares de las que venimos ingiriendo. Acordate, si la cantidad de azúcar diaria es baja, tu cerebro trabaja con menos capacidad.
Así que cuando comience la sinfonía de ruidos en tu panza, antes de que te conviertas en un monstruo y gruñas a todos a tu alrededor, mejor buscá algo de comida y ahorrate el mal momento.
Opciones para no tener hambre entre comidas
Si sos una persona que pasa mucho tiempo en el trabajo o fuera de su casa, quizás seas de los que sufre los efectos del hangry, ya que pasás mucho tiempo entre comida y comida. Por eso, la solución puede estar en comer los siguientes alimentos cuando sientas hambre:
- banana: su gran cantidad de nutrientes (como el potasio y magnesio) ayudan a reducir el nivel de estrés.
- frutos secos: las almendras, nueces y avellanas aumentan los niveles de serotonina, la cual tienen mucho que ver con el estado de ánimo.
- chocolate: es sabido que además de ser rico y el 90% del mundo lo ama, el chocolate estimula la producción dopamina que influye en la sensación del placer.
