Mirtha Legrand volvió a la televisión y realmente fue un suceso. No solo obtuvo el mejor rating de todo el mes para el Trece, sino que fue tendencia en las redes sociales dándole la bienvenida. Recordemos que tiene 94 años, y cumplió desde el día uno la cuarentena como lo indicaron, razón por la cual su nieta se puso al mando del programa.
Semanas atrás Juana Viale viajó a Francia para acompañar a su hija Ámbar, que se instaló allí para estudiar. Al regresar a la Argentina y poder continuar con la conducción de los programas de su abuela, debió cumplir con una cuarentena obligatoria en un hotel por residir en la provincia de Buenos Aires. Finalmente terminó el aislamiento y celebró que se va a su casa de una manera muy especial.
¡Buen día! me voy a casa... ¡No más hotel! día 4″, escribió la actriz en su cuenta de Instagram junto a la imagen en la que se la ve sin ropa en una cama del lugar donde se hospedó desde el miércoles pasado, tras volver de Francia. A la foto le agregó dibujos de soles y flores que cubren sus partes íntimas.
Algunos comentarios:
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Buenísimo y volve a la tele POR FAVOR , a seguir reeemplazandola a tu abuela ‼️‼️‼️‼️‼️‼️
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Que bueno Juanita!! Me encanta oírte ❤️. Es increíble cómo creciste en lo profesional!!! Te felicito un abrazo desde Canarias
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Realmente SOS la voz de muchos argentinos!!! Gracias x decir lo que dijiste con respecto a las medidas de encierro y ello de fiestas !!!👏👏
Esta no es la primera imagen subida de tono que compartió la conductora desde el hotel. Horas antes publicó en sus historias de Instagram una en la que aparecía con el pelo recogido y cubierta únicamente por unas sábanas blancas. “Ya queda poco para volver a casa”, expresó ansiosa en ese posteo.
Mientras recupera su rutina en Buenos Aires, su hija Ámbar se quedó en París acompañada por su abuela, Marcela Tinayre.
Viale viajó el 14 de agosto junto a su primogénita rumbo a Madrid primero y a París después, donde la adolescente comenzará sus estudios de artes visuales en la Universidad La Sorbona.
Antes de trasladarse a la capital francesa, ambas debieron pasar unos días de cuarentena obligatoria. En ese caso no fue en un hotel sino en un yate, propiedad del millonario Mauricio Filiberti. Se trata de una embarcación que tiene cinco cubiertas, 64 metros de eslora, parrilla, muebles modernos, obras de arte y hasta una cava para 500 botellas.
