Si bien son una pareja que han decidido mantener su relación alejada de los medios, este último tiempo Abel Pintos y Mora Calabrese han cambiado un poco esta dinámica.
Y ahora después de siete años de relación y un hijo en común, la pareja decidió emprender el camino hacia el “Sí”, por eso el fin de semana pasado se casaron por civil en Chaco, mientras que el jueves tuvieron la ceremonia religiosa en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Cañuelas y ayer el mismo sacerdote los bendijo delante del resto de los invitados, antes de iniciar la fiesta.
La boda, muy íntima con menos de 90 invitados, se realizó en una quinta del partido bonaerense de Cañuelas. Cabe destacar que tanto los novios, sus hijos (Guillermina, de la pareja anterior de ella; y Agustín, de su matrimonio con el cantante) y sus familiares más íntimos se instalaron allí unos días antes de la boda ya que la estancia tiene 11 habitaciones con vista al parque
Jairo fue uno de los invitados de honor (el único famoso), y con él se vivió uno de los momentos más emotivos de la velada, ya que entonó el Ave María mientras Mora y Abel ingresaban de la mano por un sendero preparado exclusivamente para la ocasión.
Después de la ceremonia, los novios se acercaron a la prensa que estaba en la entrada de la estancia y Abel recordó cómo fue la propuesta: “Fue romántica porque cuando uno le propone matrimonio a la persona que ama, es romántica y emocionante la situación. Pero realmente fue todo muy sencillo. Nosotros tenemos una vida muy sencilla, hacemos todo de esa manera, entonces una mañana me desperté, me di cuenta de que no quería pasar un día más sin proponerle matrimonio, compré una alianza, volví a casa y le pedí matrimonio”.
Los novios también hablaron de la nueva vida que armarán en Chaco: “Es un lugar muy tranquilo. La gente allí nos respeta y nos quiere mucho. A mí me sirve porque cuando voy descanso realmente y puedo conectar con mi familia. Es un tiempo que dedicamos a estar juntos de verdad y sin interrupciones”.
