Vanity Fair dio a conocer la noticia que Armie Hammer partió de las Islas Caimán, para salir por primera vez desde la conferencia de prensa del 18 de marzo en la que una mujer llamada Effie lo acusó de violación.
El mismo, quien negó haber actuado mal a través de su abogado, viajó para poder registrarse en un centro de internación por problemas de drogas, alcohol y sexo, según indicaron tres fuentes diferentes al medio.
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Una fuente cercana a Hammer confirmó que el actor se acercó a Elizabeth Chambers, su ex esposa, a fines de mayo, le pidió ayuda y le dijo que estaba listo para buscar tratamiento, y prometió quedarse en las instalaciones de Florida, en las afueras de Orlando, lo que fuese necesario para ponerse sano.
El artista se registró en las instalaciones el lunes 31 de mayo, con el apoyo de Chambers y su familia, y ha estado en tratamiento durante más de una semana.
“Todo el mundo mira a Armie pensando que ha tenido una vida privilegiada, y eso debe significar que no hubo problemas en su juventud y que todo estaba muy bien”, se refirió un amigo cercano del actor. “Pero esa no es necesariamente la forma en que van las cosas. El hecho de que venga de una educación donde los recursos financieros son abundantes no significa que la vida no esté libre de problemas".
"Esta es una clara señal de que está retomando el control [de] su vida y sabe que este [es] un paso hacia su bienestar general".
La polémica
En enero, las mujeres se presentaron y lo acusaron de abuso, y las capturas de pantalla se volvieron virales de los sitios web de redes sociales de chismes que supuestamente mostraban a la estrella describiendo el canibalismo y la violencia sexual. Su abogado ha negado todas las acusaciones contra Hammer.
Las consecuencias vieron a la estrella de la industria alejarse de los proyectos cinematográficos de alto perfil, y su agencia WME también lo abandonó. Estaba listo para protagonizar junto a Jennifer Lopez en la película Shotgun Wedding.
