En una reciente entrevista con Sirius XM, Ed Sheeran contó que consideró terminar con su carrera musical el día que fue padre para poder dedicarle todo el tiempo posible a su hija recién nacida. Algo que no todos los papás pueden llegar siquiera a considerar, pero él estaba en esa posición.
El cantante británico venía de una gira exitosísima en apoyo de su álbum Divide de 2017, que tuvo 260 shows y estableció récords mundiales de ingresos brutos con más de $776 millones de dólares.
Sin embargo, una vez que Sheeran y su esposa Cherry Seaborn le dieron la bienvenida a Lyra, en septiembre de 2020, y pasaron algo de tiempo con ella, lo pensó mejor y desistió.
Recordó estar parado en el escenario de Ipswich la última noche del tour y estar pensando: "Tengo 28 años y, es como, no sé qué hacer ahora. Yo como que perseguí, perseguí, perseguí y perseguí y llegué a esto. Luego en mi año libre, estuve como buscando quién era yo".
Dejó de tocar música por un momento, y a pesar de darse cuenta de que la música es "completamente" quien es él como persona, cuando la beba nació, dijo que le cayó la ficha: "Bien, eso es... este soy yo: un papá. No voy a tocar más música". Como puede imaginar, este cambio de opinión lo puso "realmente triste" porque, aparte de dedicar tiempo y esfuerzo a ser padre, sentía que no tenía ningún propósito.
Por suerte, las cosas cambiaron: "Entonces de repente pensé, es más importante que mi hija crezca sabiendo que sus padres tienen ética de trabajo y que a sus padres les encanta trabajar duro y les encanta crear y disfrutar sus trabajos".
De esa epifanía es que surgió este nuevo trabajo discográfico en el que está trabajando del que ya conocemos el primer sencillo, "Bad Habits".