El protagonista de hoy es Manu Chao, el francés que comenzó su carrera musical en París, como músico callejero y tocando en grupos como Hot Pants y Los Carayos.
Junto a su hermano Antoine Chao y un grupo de amigos, fundó la banda Mano Negra en 1987, logrando un éxito considerable, sobre todo en Europa y América Latina, dejando en el inconciente colectivo una gran cantidad de clásicos como “Mala vida”, “Señor Matanza”, “King Kong Five”, “Santa Maradona” y “King of Bongo”, entre otros.
La banda se separó en torno a 1995 y Manu se convirtió en solista debutando en 1998 con Clandestino, disco grabado en varios lugares del mundo en su estudio portátil y que contó con la participación de varios músicos locales de los lugares que visitaba.
Este primer esfuerzo en solitario viajo por un popurrí de sonidos característicos de América Latina que fueron desde la salsa, rock, pop francés, rock experimental y tecno. Casi todas las canciones tenían de fondo un extraño sampler con relatos de partidos de fútbol en portugués y excentricidades de esa índole.
Las letras fueron interpretadas en idioma español, francés, portugués, gallego e inglés y el disco en general, resultó ser muy exitoso y fue certificado disco de diamante por vender más de un millón de copias.
Este disco fue una de las producciones musicales francesas más vendidas del mundo, sobre todo en América Central y del Sur donde Clandestino fue un gran éxito. Además, el álbum alcanzó el disco de platino en España y fue certificado disco de oro en Alemania. Se ubica en el lugar número 862 en la lista de los discos que hay que escuchar antes de morir y el número 67 (de 100) en la lista Los mejores álbumes de rock francés según la edición francesa de la revista Rolling Stone.
Te dejamos con la canción y video que le dio nombre a ese trabajo: “Clandestino”.
