En la sala de Cineworld de Leicester Square en Londres se llevó a cabo la presentación de Venom: Habrá Matanza, la secuela protagonizada de nuevo por Tom Hardy y con Woody Harrelson como villano estelar.
En la premiere acudieron tanto Hardy como el director de la peli, Andy Serkis, quien estuvo acompañado por su mujer Lorraine y su hija Ruby, pero quién se llevó toda la atención de los presentes en la alfombra roja, incluso de los fotógrafos presentes, fue el acompañante del actor de Peaky Blinder y Mad Max, quien posó junto a Blue, su bulldog francés.
No es algo nuevo el amor que tiene Tom por los perros, siempre lo ha dicho y lo reafirma llevándolos a grandes eventos como si fuesen estrellas del cine. Lamentablemente, hace una semana tuvo que despedir a uno de sus amigos caninos: "Descansa en paz mi hermosa amiga de Nueva York a la playa", fue lo que escribió junto a fotos de la perrita en su cuenta de Instagram.
Con la aparición de Blue en cámaras, las redes sociales recordaron a Woodstock Yamaduki, el perro que rescató Tom Hardy en 2011 y que falleció hace cuatro años, y las palabras que le dedicó su amigo humano.
“La primera vez vi a Woodstock corriendo cerca de una cabina de peaje en la madrugada de una noche oscura en Peachtree, Georgia, Atlanta. Estábamos rodando ‘Sin ley’. Rápidamente fuimos a por él sin saber siquiera si era un perro. Paramos el coche. Estaba literalmente a oscuras. Huyó de mí. Intenté ganarle terreno, pero era muy rápido.
No pude deducir cómo de grande era o su raza. Nada. Sólo esas dos orejas agitándose frenéticas, alejándose a toda velocidad de nosotros hacia una inminente fatalidad. Entré un poco en pánico, porque no tenía un nombre para gritarle, y estaba muy cerca de la autovía. Metí los dedos en la boca y silbé tan fuerte como pude. El silbido penetró la oscuridad y paró al perro en seco.
Se giró y posó sus ojos sobre mí fijamente, y en un rápido movimiento, sus orejas pasaron frente a su cara y el perro decidió correr directo hacia mí en la oscuridad. A la mierda, pensé, eso no es un puto perro. Qué estoy haciendo. Corrió hacia mí y me golpeó en las piernas; no podía ver, pero podía escuchar su angustia, y me acerqué pensando que me iba a morder. Chillaba de forma muy ruidosa.
Cuando volví al coche y me senté, se tumbó sobre mi hombro y se quedó dormido. Roncó; era obvio que había pasado por mucho, pero ahora, aquella dura experiencia parecía haberse calmado lo suficiente como para que pudiese relajarse.
No suelo hablar sobre la familia o los amigos, pero esta es una circunstancia inusual. Woody influyó a mucha gente. Era demasiado joven para dejarnos, estoy muy agradecido por su leal compañía y amor, y es un gran alivio saber que no sufrirá más. Por encima de todo estoy destruido; el mundo ha sido para mí un lugar mejor con él a mi lado. Nuestras almas se entrelazaron para siempre.
Gracias, Woody, por elegir encontrarnos. Te querremos y estaremos contigo, y tú con nosotros para siempre. Nunca, nunca jamás te olvidaremos. Tu chico Tom. Te quiero por encima de todo. Hasta la luna, y otra, y otra vez, hasta el infinito y más allá. Corre ahora con Max y los ángeles. Te veré cuando llegue allí".
