A Eugenia "China" Suárez se le han adjudicado relaciones con varios famosos, como Rodrigo De Paul o Nico Furtado, desde que se separó de Benjamín Vicuña y especialmente luego de estar involucrada en la polémica con Mauro Icardi y Wanda Nara.
Karina Iavícoli, de Socios del Espectáculo, aseguró que vieron a la actriz muy cercana a Thomas Nicolás Tobar, más conocido como Rusherking, su nombre artístico, y por ser la ex pareja de María Becerra, de quien se separó hace muy poco.
“Me cuentan que el viernes pasado estuvieron acá”, comenzó Iavícoli e hizo un gesto con la mano, colocando su palma frente a su cara para indicar cercanía entre los rostros de dos personas.
“Estuvieron comiendo una hamburguesa, parece que estuvieron de viaje y de casualidad coincidieron. ¡Oh, casualidad”, siguió. “Es alguien totalmente inesperado”, dijo además y también marcó: “Creo que es más un poco más joven que ella”. En efecto, el trapero tiene 21 años y Suárez acaba de cumplir 30.
Tras esta información, Juariu, dejó en evidencia los intercambios virtuales entre la China y Rusherking. La modelo no la sigue en Instagram a Becerra pero le likea las fotos, sospechoso. Además, la influencer destacó una coincidencia entre ambos: son amigos de Thomas Raimondi, un fotógrafo y realizador audiovisual más conocido en redes sociales como @tomiraimon.
¿Será que hay o hubo algo? Pocos son los que creen que exista una relación amorosa entre ambos, otros aseguran que podría tratarse de los preparativos para una posible colaboración ya que Suárez está incursionando en el mundo de la música.
Ahora, cantante
Eugenia Suárez sorprendió a todos con el lanzamiento del tema "El Juego del Amor", en el que trabajó junto a Santiago Celli.
La unión de ambos artistas nació a principios de este año cuando se encuentran para trabajar juntos en el proyecto musical de La China. En medio de ese proceso, surgió la idea de grabar esta canción, que había quedado fuera del flamante álbum 'atte. Celli'.
El single combina el sonido de guitarra española (a cargo de Diego Mema) con una producción moderna sobre un pulso dancehall, y da cuenta de la maduración estética y autoral de Celli. El video, en blanco y negro, dirigido por Niko Sedano; narra una historia dentro un entorno apocalíptico.
