Amada por casi todos, infaltable en un cumpleaños infantiles, fácil de preparar e insignia de todos los argentinos: la querida Chocotorta. Esta riquísima preparación de galletitas de chocolate (Chocolinas), con dulce de leche y queso crema, fue elegida como el mejor postre del mundo por críticos de diferentes restaurantes internacionales.
El ranking en cuestión fue elaborado por la página web "Taste Atlas" (en español, Atlas del sabor), que te invita a "descubrir ingredientes locales, platos tradicionales y restaurantes auténticos", según su home.
A la vez, elaboran el listado de "Los mejores postres tradicionales del mundo", y allí nuestra querida Chocotorta es la que toma la delantera.
"Este postre argentino sin hornear fue influenciado por la cocina italiana y se inspiró en el famoso tiramisú italiano . Está elaborado con tres ingredientes básicos argentinos: galletas de chocolate, dulce de leche y queso crema" se puede leer en la descripción del website sobre comida.
Además, destaca este postre se inventó como parte de una campaña de marketing diseñada para promover las galletas Chocolinas, las cuales hasta el día de hoy incluyen la receta en el empaque. Y así fue, su creación data de 1982, por una creativa importantes del país, Marité Mabragaña para esta marca de galletitas y la del queso crema.
Recordemos que en cuanto a su preparación, las galletas pueden ser humedecidas en leche o café, aunque algunos se animan a ir un poco más allá y las bañan en licor de café u oporto (vino).
La gran torta argentina, a poco de cumplir 40 años de vida, superó a otras delicatessen internacionales como el Helado de Postacchio italiano, el apfelkuchen alemán o los waffles belgas.
La historia de la Chocotorta
Marité Mabragaña, fue la publicista a la que se le ocurrió este postre, que en realidad su principal objetivo era promocionar dos productos que anunciaban en la empresa en la cual trabajaba: galletitas de chocolate y queso crema.
Hoy, cuatro décadas después, contó que nunca registró la Chocotorta como un invento de ella, y por lo tanto nunca cobró dinero por los derechos de imagen.
En una entrevista a Diario Clarín, Marité contó que "fue algo raro porque nadie me pidió la Chocotorta". Recuerda que fue allá por 1982 cuando era directora creativa para Bagley (marca de las Chocolinas) y de Mendizábal (que hacía el Mendicrim). "La llevé a la agencia para un cumpleaños y a todo el mundo le encantó" recuerda, y al día siguiente llevó otra para proponerslas a sus clientes. También aclara que el nombre de Chocotorta se le ocurrió a ella. A los dos dueños les encantó la idea, pero tardaron como un año en hacer el comercial.
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Marité recomienda que las galletas sean humedecidas en vino oporto y que para tener una chocotorta perfecta, no importa la marca de dulce de leche o queso que se use, sino que el gran truco es dejar unas cuentas horas en la heladera antes de comerla. Es preferible, de un día para el otro. Así que, a no ser ansiosos
