Lorde fue una de las invitadas en el último programa conducido por James Corden, The Late Late Show, en donde habló con franqueza sobre su decisión de dejar las redes sociales por el bien de su salud mental.
“Lo hice porque sentí que mi cerebro ya no funcionaba muy bien. Fue terriblemente difícil, lo más difícil que he hecho en mi vida", confesó la cantante durante la entrevista.
Además, dijo que cuando llevó a cabo su decisión sufrió una ansiedad parecida a la que provoca el síndrome de abstinencia: “Sigue siendo terriblemente difícil todos los días. Sería como dejar de comer azúcar para mí como si todavía estuviera comiendo toneladas de azúcar. Y si no tengo azúcar, me siento loca".
“Y el primer momento de no estar en las redes sociales fue totalmente así. Estaba tan malhumorada. Me sentí tan desconectado. Pero así es mi vida ahora".
También contó que se apoya en su asistente para no regresar a las redes. Su intención es dejar el vicio en que pueden transformarse plataformas como Twitter, Facebook, TikTok o Instagram para comenzar a mantener una vida más centrada en sí misma. Como sea, la intérprete de temas como “Royals”, “Team” y “Perfect Places” reconoció que sigue conectada a una comunidad: la aplicación de cocina del diario The New York Times.
La fama y las opiniones sobre su cuerpo
Lorde fue catapultada al escenario mundial con tan solo 16 años por lo que encontrar la fama de repente no fue algo sencillo, menos con el escrutinio internacional que estaba sobre ella. En una reciente charla, habló sobre las situaciones que enfrentó tratando de navegar la imagen corporal.
“En cierto modo, eché a patadas [mi cuerpo] de la conversación”, explicó. “Estaba bastante concentrada en eso. No quería que la gente hablara sobre el aspecto de mi cuerpo. Fui un niña. Y realmente no estaba 'en' mi cuerpo. De adolescente, usas tu cuerpo como un atuendo que aún no te queda".
"Tenía límites extremadamente saludables cuando era adolescente", dijo a The Irish Times. “Había cosas que no iba a hacer si no eran cómodas para mí. Llevaba los atuendos exactos que tenía ganas de usar. Llevaba trajes. Me encantaban los trajes. Me sentí poderosa en ellos. El hecho de que lo hice de una manera que me pareció bien, eso significaba que no miraba hacia atrás y me sentía jodida por eso".
