Hay muchos que aseguran que el álbum de 1993 “Get a Grip” de Aerosmith con increíbles clásicos como “Livin' on the Edge”, “Cryin”, “Crazy” y “Amazing” entre otros es uno de los mejores discos de esta banda liderada por Steven Tyler y puede ser verdad. Lo cierto es que desde 1973, año en el que debutaron con su disco homónimo no han parado de cosechar éxitos.
La banda de los “gemelos tóxicos” es una de las que cuentan con mayor número de ventas de todos los tiempos con más de 200 millones de álbumes despachados alrededor del planeta.
“Nine Lives” apareció como el sucesor de “Get a Grip” después de que el grupo no sacara nada durante casi cuatro años. Fue publicado en marzo de 1997 y con éste material se desvinculaban de Geffen Records (compañía con la que editaron sus cinco discos anteriores) para volver con Columbia, su discográfica de casi toda la vida.
Después de lanzar sus dos primeros cortes “Falling in Love” y “Hole in My Soul” respectivamente, “los chicos malos de Boston” aparecen con un bombazo que sirvió para consolidad el éxito del álbum: “Pink”. Steven Tyler dejaba en claro en la letra de ésta canción que el rosa era su color favorito, dejándola librada también a cualquier interpretación retorcida o no que los fanáticos pudieran darle.
El videoclip de “Pink” utilizó imágenes generadas por computadora para fusionar los rostros de las personas con diferentes cuerpos, técnica conocida como “morphing”. Una gran variedad de personajes se mezclan con los integrantes de la banda mientras caminan hacia la cámara al ritmo de la canción: Joe Perry aparece como un centauro tocando su guitarra, Brad Whitford como un niño, y Steven Tyler como un chico disfrazado de conejo de Pascua y un esqueleto entre otras cosas.
En 1999, Aerosmith obtuvo el premio Grammy a la mejor interpretación rock de un dúo o grupo gracias a este tema ganando además con su respectivo video un premio MTV en la categoría Mejor vídeo de rock en 1998.
