Sting se reunió con sus compañeros de grupo Andy Summers y Stuart Copeland en 2007, más de 20 décadas después de su separación, y luego se embarcaron en una gira para conmemorar los 30 años de The Police.
Las entradas para la etapa británica de la gira se agotaron en 30 minutos y tocaron dos noches en el estadio Twickenham el 8 y 9 de septiembre. El espectáculo final fue el 7 de agosto de 2008 en el Madison Square Garden de Nueva York.
En ese momento, fueron los músicos con mayores ingresos del mundo, el tour vendió 3.7 millones de entradas y recaudó $358 millones de dólares, lo que la convierte en la tercera gira más taquillera de todos los tiempos.
Sin embargo, el creador de éxitos como "Every Breath You Take" admitió que la experiencia no lo dejó sintiéndose de la forma en que esperaba que fuera. “En ese momento llamé a la gira un ejercicio de nostalgia. Así es simplemente como me sentí y todavía es como me siento hoy", dijo en una entrevista con la revista Reader's Digest.
"Creo que está bien ser honesto acerca de tus sentimientos y así fue para mí. Eso no es un desaire a las personas con las que estaba o la forma en que se desarrollaron las cosas, así fue como lo vi al final, y seamos honestos, no es así como quería recordarlo", explicó.
Además, Sting habló de que le encanta trabajar como solista por la "libertad total" que le ofrece. "Se trata de producir exactamente la marca y el estilo de música que se siente adecuado para ti". "La música, en cada forma, es un proceso colaborativo, pero nunca más que en una banda, donde tienes que considerar a otras personas casi más que a ti mismo", continuó.
Y reflexionando compartió: "Tener total libertad profesional es, para mí, la máxima emoción de ser un artista en solitario".
