Se cumplen 20 años de aquel momento en que todo el mundo cantaba y bailaba con el "La la la, la la la la la, la la la...", pegajoso estribillo de “Can't Get You Out of My Head” de la cantante australiana Kylie Minogue, incluido en su octavo álbum de estudio Fever de 2001 y lanzado a nivel mundial como el primer corte.
Kylie rompió con todos los esquemas y reventó todas las expectativas y listas de éxitos con esta canción que aún hoy, 20 años después de su lanzamiento, sigue siendo considerada por muchos como el mejor tema de la australiana, y uno de los más icónicos de su larga y fructífera carrera.
El tema se convirtió en el sencillo más exitoso de Minogue considerándolo uno de sus grandes himnos a la altura de “Locomotion” de 1988 y alcanzando el número uno en más de 40 países, entre ellos Australia, Reino Unido, Alemania, España, Francia, Italia, Irlanda, Nueva Zelanda, Suiza y otros países europeos.
Con “Can't Get You Out of My Head”, Minogue fue acreditada con una pionera en la fusión moderna del pop y la música dance como un claro ejemplo.
Gran parte de su éxito se debió al videoclip con el que se presentó la canción, algo completamente novedoso y nunca visto hasta la fecha. La directora de vídeo, Dawn Shadforth, mostró a una Kylie con un vestido blanco estilo Caperucita, de escote acentuado y cortes reveladores que fue ampliamente discutido por su estilo y la sexualización a la que se sometía a la cantante. En su libro La la la, el modisto William Baker admitió que el baile robótico que Minogue hace en el video fue desarrollado para que la cantante se saliera de lo habitual y no introducirla en una corriente ya existente. Y vaya que funcionó.
