Ayer se publicó una entrevista que Demi Lovato le brindó a Bustle para su artículo que fue portada de este mes. En la misma, la artista contó todo lo que tuve que atravesar por sus problemas con su cuerpo y sus problemas de adicción.
"Solía tener gente mirándome la noche anterior a una sesión de fotos para asegurarme de que no comiera ni me comiera y me hinchara al día siguiente", aseguró. "Es un mundo totalmente diferente ahora ... ni siquiera me preparo para sesiones de fotos. Puedo comer Subway para el desayuno".
La protagonista de "Camp Rock" atribuye este cambio saludable a que tiene un nuevo agente y representante, Scooter Braun, después de separarse de Phil McIntyre, con quien trabajó mucho tiempo. "En el pasado, proyectaba mis propios problemas de abandono en otras personas, especialmente en figuras masculinas que admiraba como figuras paternas", dijo. "Tuve que reflexionar sobre '¿Cómo quiero que se vea mi relación con mi agente sin enredar los problemas de mi propio padre con él?'".
Además recordó el tiempo que pasó en rehabilitación durante el 2018 a raíz de una sobredosis de drogas y la posterior hospitalización: "No estaba en rehabilitación; estaba fuera del mundo con Netflix. Así que cuando estaba demasiado cansada de la terapia, me puse Schitt's Creek ... Me dieron esta oportunidad. Y pensé, Voy a adaptarme. Voy a cambiar a esto. Voy a aprender de eso".
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Lovato ha tenido la oportunidad de pensar, reflexionar y, finalmente, descubrir qué es lo que quiere para su carrera profesional. "Quiero una carrera que no tenga nada que ver con mi cuerpo", le dijo a Bustle . “Quiero que sea sobre mi música, mis letras y mi mensaje. Y quiero una carrera duradera por la que no tenga que cambiarme. La música me trajo mucha alegría cuando era más joven, y perdí esa alegría en todo el ajetreo de la industria de la música. Me puse miserable. Y no quiero que vuelva a ser así nunca más. Eso es lo que quiero".
