El cantante Joaquín Sabina protagonizó esta vez una fugaz reaparición pública en las últimas horas, desde su salida del hospital donde fue atendido en febrero al caerse del escenario durante un concierto y sufrir varias complicaciones que le llevaron varios días a la Unidad de Cuidados Intensivos
"Para mí, que soy miedoso, justo no le tengo miedo al confinamiento, porque tengo muchos libros", dijo el cantante en el vídeo que se publicó en el perfil oficial de Twitter del Instituto Cervantes, dedicado a la promoción y la enseñanza del español, así como para la difusión de la cultura española e hispanoamericana.
Sabina, anticipándose al Día Internacional del Libro que es el 23 de abril, hizo suyas las palabras de Borges de que "el paraíso es una biblioteca".
Por otro lado, en una entrevista el cantante se animó a contar en primera persona como fue su ingreso hospitalario y lo que vive después de la caída que sufrió el pasado 12 de febrero, durante un concierto en Madrid cuando se precipitó a una cavidad que estaba frente al escenario desde una altura aproximada de 1,70 metros, provocándose un "traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico" y un "pequeño coágulo" del que fue intervenido.
"Fue más fuerte de lo que pensáis. Llevo hasta dos operaciones, titanio y un hematoma en la cabeza. Pero no tengo la menor intención de morirme, que se muera la muerte".
Sabina también contó otros detalles: "Sé que me enrollé en un cable y me pegué un hostión", además dijo: "Mi primo el catalán estuvo muy preocupado porque me vio muy mal un par de días" haciendo referencia a Joan Manuel Serrat, quien estaba en el escenario con él.
Afortunadamente, Joaquín Sabina se encuentra bien, pero obligado a hacer una cuarentena más larga de lo normal: "Me asusta que me digan que no puedo ir a un restaurante con 15 amigos y tirarnos horas de sobremesa"
