Hace unos meses nos enteramos de que un empleado de Lady Gaga sufrió un violento robo, cuando estaba paseando los perros de la artista, y recibió cuatro disparos en el pecho en Los Ángeles y le robaron dos de los adorados bulldogs de la superestrella.
Con el correr de los días se supo que los perros aparecieron en buen estado, y que Ryan Fischer, el hombre encargado de pasear a las mascotas y empleado de la artista, estaba fuera de peligro, pese a los disparos que recibió.
Meses después, la Policía de los Ángeles detuvo a cinco sospechosos por el asalto armado. Tres de los detenidos están acusados de intento de asesinato y los otros dos individuos son sospechosos de haber ayudado en el crimen cometido a finales de febrero, según informaron los agentes en un comunicado.
Por el momento la policía descarta que todo el asalto haya sido planificado y que los atacantes conocieran que los perros eran propiedad de la estrella del pop y creen que los robaron por el "gran valor de su raza".
Entre los detenidos está la mujer que entregó a los dos perros en una comisaría después de que Gaga prometiera que recompensaría con 500.000 dólares a la persona que los devolviera sanos y salvos.
En un primer momento, cuando la sospechosa llevó a los animales a la policía, se descartó su implicación en el robo pero una investigación posterior reveló que mantenía un vínculo con el padre de uno de los tres detenidos por el tiroteo.
Por ahora, la cantante no ha realizado ningún comentario al respecto. Cabe destacar que Lady Gaga, al momento del hecho delictivo, estaba en Roma grabando la película "Gucci" bajo la dirección de Ridley Scott.
