Brian May, el guitarrista de Queen, confesó que estuvo al borde de la muerte
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Brian May, el guitarrista de Queen, confesó que estuvo al borde de la muerte

Todo empezó con una lesión en el glúteo y ahí se fue desencadenando todo hasta una posible cirugía a corazón abierto. 

Brian May, el guitarrista de Queen, confesó que estuvo al borde de la muerte

A través de un video que publicó en su cuenta de Instagram, el guitarrista de Queen, Brian May, contó que su médico tuvo que llevarlo de urgencia al hospital porque estaba sufriendo un ataque al corazón

El músico de 72 años reveló que, además de lesionarse los glúteos en un accidente trabajando en su jardín, también ha sufrido graves problemas cardíacos en este último tiempo

En la publicación de este lunes, May describió la "saga" de incidentes por la que tuvo que atravesar durante mayo, comenzando por la lesión en sus glúteos.

"Me las apañé para romper mis glúteos en pedazos. De repente me encontré en un hospital siendo escaneado para averiguar exactamente cuánto me dañé. Resulta que hice un trabajo completo", comentó en la publicación y señalando que pensó que el dolor que sentía se debía a eso. Fue tan completo que no podrá caminar durante un tiempo o incluso "dormir sin mucha ayuda, porque el dolor es implacable"

Pero eso no fue todo, una semana después seguía en medio de un tortura, lo que lo llevó a hacerse una resonancia magnética de su columna vertebral, que mostró que el nervio ciático estaba comprimido. "Por eso que tuve la sensación de que alguien me estaba poniendo un destornillador en la espalda”, dijo el rockero. 

Y en la última entrega de la "saga" el legendario músico cuenta que estuvo "muy cerca de la muerte" sin darse cuenta, cuando los doctores encontraron que tenía tres arterias congestionadas que ponían en peligro la correcta circulación de la sangre hacia su corazón. "Tuve un pequeño infarto. Digo pequeño, no fue algo que me hiciera algún tipo de daño".

"Fueron unos 40 minutos de dolor en el pecho y de opresión. Es esa sensación en los brazos y la sudoración". El médico que lo atendía lo llevó a la clínica donde le realizaron una angiografía, un tipo de rayos X que se usa para examinar los vasos sanguíneos. 

Una de las opciones fue someterlo a una cirugía a corazón abierto pero, finalmente, Brian May optó por que le colocaran tres stents, tubos cortos de malla de alambre que actúan como un andamio para ayudar a mantener abierta una arteria.

El guitarrista dijo que después de una “operación increíble”, salió del hospital, sintiéndose notablemente bien“Cuando llegué, fue como si nada hubiera pasado: no podía sentir que habían estado aquí, no podía sentir nada”, describió.

Al final pidió que no entraran en pánico porque él estaba bien y que le mandaran sus felicitaciones por haber pasado todo eso. 

 

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