Hay un dicho popular que dice “persevera y triunfarás”, y esto fue (aunque no del todo) lo que pasó con Susana Giménez, que después de intentar durante algunos años vender “La Tertulia”, su casa estilo rústico, por fin lo logró y a un valor bastante alto.
La tertulia tiene 1200 metros cuadrados que Susana construyó a su antojo, está ubicada a 15 kilómetros de Laguna Garzón, en una zona de difícil acceso.
Tiene 800m2 cubiertos y 400m2 entre galerías y patios. La casa está hecha sobre la piedra maciza que ofrece el lugar. El interior está realizado con paredes de madera y el exterior de piedra con pisos de ladrillo y cemento alisado. Cuenta con más de seis dormitorios en suites, un establo y una piscina. Cada cuarto de la mansión tuvo su color: turquesa para el de Susana, naranja para el de su hija Mercedes, verde y amarillo para los huéspedes.
La misma diva fue la encargada de cerrar el trato por 4,6 millones de dólares, aunque según contó el periodista uruguayo Gustavo Descalzi, “La Su” pedía originalmente 12 millones de dólares pero a medida que pasaba el tiempo y no se vendía, fue bajando las pretensiones, hasta lograr este acuerdo. Lamentablemente hay que decir que pese al monto que logró acordar, la diva de los teléfonos perdió 8 millones de dólares en esta venta.
Hay que destacar que tal vez uno de los factores en la demora de la venta del inmueble sea la ubicación, ya que la chacra es bastante inaccesible y el pueblo más cercano queda a diez kilómetros. Según dijo Descalzi, “La visitó un chamán para encaminar las buenas energías y dio resultado porque se vendió”.
La misma fuente aseguró que el nuevo dueño de La Tertulia es un importante hombre de negocios del rubro de entretenimientos, pero el nombre del propietario no ha trascendido.
