Con el tema de la pandemia y la cuarentena que hemos atravesado en gran parte del mundo nuestros hábitos y rutinas han cambiado casi por completo. Esto se ha visto reflejado en nuestros horarios para dormir, levantarse e incluso almorzar o cenar. Y lamentablemente hay que decir que esto trae más consecuencias de las que imaginamos.
Tal es así que un grupo de científicos confirmaron que cenar tarde puede aumentar el peso y nivel de azúcar en sangre de una persona. Por eso, advirtieron sobre las consecuencias, ya que alrededor del mundo hay 2.100 millones de adultos con sobrepeso u obesidad, síntomas que derivan en enfermedades como diabetes o presión arterial. Por eso, el estudio resulta relevante para el cambio de hábitos al momento de cenar.
Jonathan C. Jun es el autor del estudio realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore donde se analizaron 20 casos de hombres y mujeres sanos. En ellos se examinó cómo metabolizaban la cena a las diez de la noche en lugar de las 18 horas, y acostándose a las 23 horas.
En el estudio se descubrió que, al cenar más tarde, los niveles de azúcar eran más altos y la cantidad de grasa quemada mucho más baja en comparación con una cena temprana. Al ser pacientes sanos, se advirtió que, en personas con sobrepeso, los índices podrían ser mayores por el metabolismo comprometido.
De esta manera los científicos explicaron que al cenar tarde no sólo empeora la tolerancia a la glucosa sino que reduce la cantidad de grasa quemada. Sin embargo, también aclararon que eso depende de la hora en que se acueste la persona.
Hay que tener en cuenta que, si bien ya existían algunos estudios, el realizado por la Universidad Johns Hopkins es uno de los más detallados ya que se hicieron muestras de sangre a cada hora, estudios de sueño y escaneos de grasa corporal.
